un poco de arte...

Con la sonrisa de la "Mona Lisa" comienzo este nuevo artículo. Me apoyo en una pieza del Stonehenge y comienzo a pensar como la escultura de Rodin. Improvisando como Kandinsky.
Y mientras unos parecen ke me odian como "La carga de los mamelucos en la puerta del Sol", siento dolor como los protagonistas del "Guernica"; otros demuestran su cariño como cualquier imagen de "La Virgen y el Niño".
Me kedo plantao como los Moais de la Isla de Pascua mirando al frente, y estirando el cuello como la "Madonna" de Parmigianino pienso en verte desnuda como la "Maja" de Goya. Aunke vestida pero con esa postura ya me elevo a los cielos como el brazo de "La estatua de la Libertad".
Bella como el "Nacimiento de Venus" de Boticelli, yo también mandaría contruirte un Taj Mahal para ti. ¿Enamorado yo? No, sólo busco que me guien a la libertad como Delacroix hacia un jardín de las delicias como el de El Bosco.
Creas un rompimiento de gloria en mi, como en el "Éxtasis de Santa Teresa" de Bernini.
Y es que me pones... me pones... triangular como las Pirámides de Gizeh, o poligonal como la pirámide de Chichen Itza, circular como la plaza de San Pedro; me dejas a cuadros como una obra de Picasso. Me derrites, como los relojes de Dalí. Aunke mejor no sigo que acabaré rojo como el pincel de Tiziano.

Amigo, amiga... te espero con los brazos abiertos como el Cristo Redentor para hablar como hablaban Platón y Aristóteles en "La escuela de Atenas" de Rafael, ir de cena como en "La última cena" de Da Vinci, pero sin besos de Judas como los de Giotto.

Me gusta darle un par de vueltas a las cosas como los filósofos de la Época clásica.
Sencillo por fuera, pero con muchos detalles por dentro como la arquitectura Bizantina.
Un peregrino del mundo como los cristianos del Románico.
Con ganas de volar y tocar el cielo como los pináculos del Gótico.
Humano, pero sin creerme el centro del universo como los Renacentistas.
Loco, pero con sentido, como la imaginación de los Manieristas.
Nada cargado ni exuberante como en el Rococó.
Real, siempre, como las obras del Barroco.
Con máximo respeto y admiración al pasado, buscando siempre nuevos caminos como en el Neoclasicismo.
Amando al paisaje, siempre con un grito de rebeldía, como el hierro en la arquietectura del Romanticismo.
Insatisfecho, con absoluta libertad de expresión como los Modernistas.
Un tipo normal y corriente, como los temas del Realismo.
En busca de la luz, como los Impresionistas;
En busca del color, como los Fauvistas;
En busca del movimiento, como los Cubistas;
En busca de las emociones, como los Expresionistas;
En busca de lo que tenga que venir, como los Futuristas;
En busca de quejarme cuando toque, como los Dadaístas;
En busca de la metamorfosis, como los Surrealistas...
...
así soy yo...
...
mucho amor para todos...